La instalación de una tarima de madera en terrazas, piscinas y jardines da un punto original, elegante y cómodo en la utilización de estos espacios al aire libre del hogar. Pero la madera de la tarima necesita un mantenimiento diferente al enfrentarse a las inclemencias del tiempo, así que toma nota de los cuidados que necesita la tarima de exterior, y lograr que se vea como el primer día por mucho más tiempo.
La madera de nuestra tarima de exterior debe estar protegida en todo momento de los cambios bruscos de temperatura, la lluvia y el sol, que pueden provocar que se dilate la madera, pierdas el color, e incluso que se rompa.
Para evitar que la madera se estropee, en el mercado existen diferentes tratamientos según el tipo de protección que necesitemos darle. Por ejemplo, existen barnices de poliuretano y aceites protectores específicos según el tipo de madera. También existen técnicas caseras fácilmente aplicables. Los expertos en madera recomiendan que la aplicación de estos protectores se haga cada dos o tres meses.
Antes de aplicar cualquier tratamiento, debemos asegurarnos de que la madera está completamente limpia y libre de suciedad y polvo, para conseguir un mejor acabado.
- Si se trata de una madera barnizada, simplemente será necesario aplicar una mezcla de agua y vinagre a partes iguales ayudándonos de una fregona. No necesitaremos aplicar ningún tipo de cera.
- Para las maderas decapadas, podemos utilizar agua tibia y sal (medio vaso por cada litro de agua).
- -Las maderas tratadas con aceites se pueden limpiar fácilmente con un paño y detergente suave. Para eliminar los arañazos y que quede como nueva, bastará con aplicar una cera al aceite sobre éstos.
Una vez que la madera está completamente limpia, podremos aplicar una capa generosa de protector, que la mantendrá aislada de las inclemencias del tiempo, y la protegerá por mucho más tiempo.